Ante los problemas de salud de nuestro cuerpo o de nuestra mente lo más común es buscar consejo en el exterior, en aquellos profesionales que creemos que nos pueden ayudar, y eso es correcto. Sin embargo también es correcto constituirnos desde un primer momento en aquella persona que lidera su propia salud.
Igual que la esencia del poder de influir es logar que otras personas participen, la esencia de ser un líder de uno mismo, un buen conductor de la propia vida, es hacer que cada órgano de nuestro cuerpo, cada pensamiento de nuestra mente, cada uno de nuestros actos y sentimientos, funcione o aparezca, de forma acompasada, ni antes ni después, ni en exceso ni por defecto. Como una orquesta, todo armonía, sin protagonismos, no es más importante el bombo que el violín, no es más importante tu hígado que tus pensamientos. Todo es uno.
Pautas para liderar la propia salud:
a) Hago en todo momento lo que tengo que hacer, me mantengo libre de tóxicos, procedentes de una alimentación inadecuada; de adicciones; de fármacos que no necesito; limito los químicos agresivos de mi uso diario, al menos sus excesos; practico la higiene del pensamiento; controlo mis palabras; gestiono adecuadamente mis emociones.
b) Comprendo que algunas circunstancias externas no están bajo mi control, pero no me centro en ellas, sino en lo que si puedo controlar, es decir, lo que ocurre cuando llegan a mí.
c) Cuento con el apoyo de otras personas y circunstancias que me podrían ser favorables, pero no delego en ellas la responsabilidad de mi bienestar, uso su consejo y conocimientos y comprendo que echarme en los brazos ajenos y olvidarme de mi mismo es conducirme mal. Mantengo siempre mi criterio sin dejarme llevar por la comodidad.
d) Recomendaciones comerciales y profesionales buscan a veces su propio beneficio, no el mío. Separo lo falso de lo verdadero y me aferro a esto último.
e) Sé que una conducta irresponsable o permisiva me llevará más pronto o más tarde al caos. Me mantengo vigilante y estoy preparado para corregir de inmediato aquello que detecte erróneo o inutil, independientemente de lo que los demás puedan pensar, se que a veces lo que voy a hacer será rechazado y no será bien recibido por otros.
f) Liderar mi salud es siempre una opción, puedo hacerlo o puedo dejarme llevar. Yo elijo entre instaurar un estilo de vida sano, de cuerpo y mente, sentimientos y acciones o dejarme llevar irresponsablemente y después culpar a otros. Entiendo que los medios de comunicación actúan a menudo como medios de confusión, nos inyectan miedo, nos manipulan y nos hacen dependientes de productos o ideas absurdas.
Con estas pautas tenemos para empezar, que ya es mucho, pero si necesitas apoyo profesional puedes acudir a Bioevolución, cita presencial u online:
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