Reconozcamos nuestro cuerpo como un ecosistema. En él habitan órganos, sistemas y células que bien pudieran tener conciencia de individuo. Tienen su vida, su trabajo, se alimentan y respiran por los medios que disponen, se relacionan socialmente con otros individuos, sus vecinos y también lo hacen a distancia mediante las hormonas que circulan por el torrente sanguíneo llevando mensajes, tienen consciente y subconsciente, pero desconocen que están integrados en un individuo de rango superior llamado, pongamos por caso, Cecilio.
Cecilio pretende liderar todo ese equipo que compone ese autómata orgánico con el cual se identifica, y para ello quiere controlar la dirección de su viaje, o sea, de su vida y de su salud. Pero un líder no sólo hace eso, ha de tener antes de iniciar su viaje por su vida, todo el recorrido en su mente, con una visión de destino, sabe previamente lo que le va a suponer alcanzar su objetivo, estar sano y vivir una vida plena y en armonía. Cecillio ha de conocer las necesidades de su equipo, o sea, de sus órganos, de sus sistemas y de sus células y tiene que vislumbrar los obstáculos antes de que aparezcan.
Cecilio no nació líder, tenía todo el potencial, pero hubo de desarrollarlo durante su vida, hasta el momento en que decide tomar el control. Si se ha preparado bien transmitirá confianza y serenidad, y será seguido por todos. Su altura como líder va a determinar la aceptación de su equipo, el apoyo que tenga y el éxito que consiga. Un buen líder conduce su equipo a cualquier lugar. Cecilio quiere liderar la salud de su organismo porque es diabético tipo II y no desea que su enfermedad avance.
Cecilio visualiza una fortaleza, que es su organismo, lleva años dejándose, se ha permitido múltiples liberalidades y hecho caso omiso a su médico, salvo lo de tomar pastillas, eso si lo cumple. Cecilio quiere pensar que tomándose las pastillas que se le recetan todo irá bien, pero se ha dado cuenta de que no es así. A estas alturas las murallas de la fortaleza están derruidas y el enemigo se cuela por donde le place. Tiene el colesterol alto, el ácido úrico también, la circulación no va como debiera, el intestino funciona regular y se siente aturdido. Y tiene miedo.
Entonces surge la pregunta ¿qué sensación tienen los habitantes de esa ciudadela fortificada, o sea, sus órganos, sistemas y células? Ven en quien debía gobernarlas con diligencia dejadez, se ven inseguras y vulnerables.
Permíteme una pregunta: ¿cómo están tus murallas?
Cecilio, que ha decidido que llegó la hora de responsabilizarse y ser líder de su salud y su vida ha reflexionado y sabe a donde se dirige y cómo llegar, ha de variar totalmente su estilo de vida. El nuevo no es mejor ni peor, pero si diferente, y eso es inquietante e incómodo. Sabe que encontrará resistencia en su paladar, en sus costumbres, en sus amistades, en su despensa, incluso entre quienes más lo quieren, porque un líder no cambia sólo su rumbo, también influye en otros, a mejor.
Otros diabéticos tipo II, hay más de uno entre los amigos de Cecilio se van a limitar a seguir quejándose, no replicarán su ejemplo. Seguirán sintiéndose vulnerables mientras que él actuará y conducirá a su equipo, sus órganos, sus sistemas, sus células, como un verdadero líder:
a) El ve más allá que el resto, se ve a si mismo en la distancia, sabe como estará si actúa y también si no actúa.
b) Ve más que el resto, porque sabe cual es el problema y lo que se necesita para solucionarlo.
c) Ve antes que otros vean, se anticipa. Reconoce que aún está a tiempo de actuar y estar mucho más sano y con una vida mucho mejor.
Cecilio es un líder que conoce el propósito, hace sus planes y guía a su equipo.
Y tu ¿planificas también el viaje de tu vida o te conformas con hacerlo, dejándote llevar?
Te recomiendo que encuentres como Cecilio tu propósito en tus necesidades, o sea, independientemente de la enfermedad que tengas, independientemente de tus circunstancias sociales o familiares, independientemente de tu economía, independientemente de... lo que se te ocurra. Ten presente que sin dirección no hay orden, pero si hay caos.
Y ahora respóndeme ¿que te incita a ser líder de tu vida y tu salud, a hacerte seguir por tu equipo?
En Bioevolución estamos para ayudarte, tanto si ya eres ese líder como si lo quieres ser pero no encuentras tu camino.
Imprescindible cita previa: 632 406053 info@bioevolución.es www.bioevolucion.es
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