Anteriormente hablamos sobre los obstáculos, las limitaciones que hemos de superar para crecer. Superar esos obstáculos, derribarlos, uno a uno, nos va a permitir estar satisfechos de nuestra vida, alejar los sentimientos de fracaso, culpa, depresión, angustia, miedo, ansiedad y estrés.
Superar un obstáculo no siempre significa destruirlo, ni enfrentarse a él. A veces consiste en algo tan sencillo como evitarlo. Si encontraras una piedra en tu camino podrías:
- Volverte por donde viniste.
- Sentarte hasta que la erosión actuase y luego continuar.
- Golpearla hasta fraccionarla y poder abrirte paso.
- Rodearla y seguir.
Pues igual ocurre con muchas circunstancias de la vida. ¿Cual es la mejor acción para cada situación? Todos y cada uno de nosotros, como adultos, tenemos que tomar decisiones al respecto y salvar obstáculos con gran frecuencia, eso nos permite llegar lejos a pesar de la adversidad. Cuando instauramos en nuestra vida un patrón de superar obstáculos liberamos nuestro potencial, pero también el potencial de cuantos nos rodean. Con esta actitud aumenta la satisfacción de todos. Somos más eficientes porque encontramos en nuestra vida mayor paz, armonía y felicidad.
Muchos obstáculos están constituidos por fallos en nuestro carácter, pero tener fallos no es malo, lo malo es no corregirlos. Uno muy común es pensar que no sabemos hacer algo, que carecemos de experiencia de aquello que se necesita para superar el problema actual. A poco que reflexionemos la vida nos ha provisto de experiencia en otros aspectos que pueden tener similitudes, que podemos aplicar, nuestra preparación es siempre mucho mayor de lo que pensamos.
Sacamos una conclusión: Para que nuestra vida mejore, sea cual sea nuestro problema (económico, tener una enfermedad, estar deprimido, tener relaciones insatisfactorias, etc.) tenemos previamente que crecer nosotros, debemos liderar nuestra propia vida, empezar a superar los primeros obstáculos. Cuando esto ocurre es algo increíble, nos inundan emociones de satisfacción, estamos más alegres, más animosos, incluso más guapos. Con esta actitud y estos hechos, en las batallas de la vida vemos a los enemigos huir. (Mejora la economía, ganamos salud, irradiamos alegría, atraemos a nuestra vida personas que aportan, etc.)
Esperar a que Cuando ocurra tal cosa podré empezar a mejorar mi situación es hacer todo al revés. Actuar, aunque no esté todo a nuestro favor, es estar listo para aprovechar la oportunidad definitiva cuando llegue.
En Bioevolución te ofrecemos ayuda profesional para que superes tus obstáculos, sean cuales sean, desde un punto de vista holístico.
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