EL PENSAMIENTO CURATIVO

     Estaremos de acuerdo en que en muchas ocasiones todos tenemos un run-run mental, aquellos pensamientos que reiterativamente acuden a nuestra mente y con los cuales establecemos auténticos diálogos, siempre repetitivos, siempre con conclusión distinta, siempre sin producir acción alguna, pero que nos intoxican gravemente. Tan gravemente que nos causan inquietud, malestar, mal humor, molestias digestivas o dolor de cabeza. Corresponden a situaciones no resueltas o no aceptadas, a problemas del pasado o inseguridades respecto al futuro.

     Estos pensamientos provocan en nuestro organismo emisiones de hormonas que actúan como neurotóxicos, ya que al no responder su emisión a una situación de peligro real, han de ser luego eliminados por nuestros sistemas de depuración, que al fin y al cabo vamos estresando innecesariamente.

     Igual que cuando tomamos un medicamento, su efecto se difunde a través del torrente sanguíneo por todo el organismo, afectando así a los 50 trillones de células que lo componen, distrayéndolas de su cometido. A través de la sangre y su bioquímica, determinada por el sistema nervioso, y este en gran medida por la calidad de nuestros pensamientos, sometidos a nuestras elucubraciones y a los estímulos externos, como  los provinientes de los "medios de confusión masivos", dañamos diariamente a nuestro organismo, ininterrumpidamente.

     Comprender esto y tomar las medidas necesarias, incluidos remedios naturales que nos ayudan a serenarnos es fundamental para pasar de tener un pensamiento destructivo a un pensamiento curativo.

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