En primer lugar hay que tener en cuenta que en ningún caso la aplicación de nuestro consejo sustituye el tratamiento médico que se venga aplicando o que haya que solicitar. Tampoco se puede considerar un tratamiento por haber sido publicado en un blog, ya que cada persona tiene características que hacen que las actuaciones que le sean de aplicación puedan variar notablemente de una a otra. No obstante esperamos que nuestros consejos sean de provecho.
Cuando hablamos de que una persona padece diabetes, hipertensión y artrosis, hablamos de un proceso en su vida, esto no ocurrió de hoy para mañana ni podemos esperar una solución de hoy para mañana por el hecho de tomar tal o cual producto natural o aplicar tal o cual aceite, pero no por ello hay que desmoralizarse, tan sólo empezar hoy mismo.
Entendido esto ya sabemos que hay que iniciar un proceso de cambio de muchas cosas en nuestra vida, como por ejemplo aquello que comemos, nuestra actividad física, nuestro peso, la calidad de nuestros pensamientos, nuestro estado de ánimo y muy importante nuestra capacidad de ser constantes y disciplinados. Nadie va a aportar la cura milagrosa, sino que nos va a ayudar en un proceso de mejora, día a día, muy poco a poco, pero con progresos manifiestos. Este conjunto de padecimientos seguramente no tiene un solo origen, sino un conjunto de ellos, por tanto requerirá un conjunto de tratamientos.
SOBRE LA ARTROSIS:
Vamos a empezar por los dolores que genera. Los dolores mejoran con el movimiento, con la actividad física moderada, por lo tanto una hora de ejercicio físico, caminar por ejemplo, a buen ritmo, al menos 7.000 pasos seguidos (una herramienta interesante es el cuenta pasos, que podemos comprar por muy poco dinero). Ya sabemos que cuando se está desentrenado todo cuesta mucho trabajo, pero ahí entra la voluntad de mejorar, la constancia y la disciplina, que son fundamentales. Si te cansas sigue, si tienes agujetas sigue. Si piensas hoy no lo haré, por un día no pasa nada, eso es mentira. Mañana harás igual, y pasado desistirás y fracasarás, por tanto sigue, no falles un solo día, ni de esto ni de nada. Verás como cada vez es más fácil y descubres que te va gustando. Además, tienes claro tu objetivo, eso te ha de motivar. Estás en el buen camino.
Otra opción será hacer sesiones de pilates, poco a poco.
También para los dolores podemos aplicar aceites esenciales, siempre diluidos, nunca se aplican directamente sobre la piel, y salvo consejo cualificado, nunca se ingieren. Prepararemos una mezcla de:
- 60 ml. de aceite de almendras dulces
- 10 gotas de aceite de enebro
- 10 gotas de aceite de limón
- 5 gotas de aceite de tomillo
Aplicaremos la mezcla dos veces al día sobre las zonas doloridas, dando un masaje suave.
Por otra parte nuestra alimentación será seguramente deficitaria en varios nutrientes fundamentales tales como:
- Vitamina C, que favorece la formación te tejido conectivo, evita hinchazón y el dolor y promueve la formación del colágeno.
- Fibra que nos desintoxica a nivel intestinal y evita la disminución del colágeno.
- Omega 3 que favorece el sistema circulatorio, desinflama, flexibiliza, regenera tejidos y retarda su envejecimiento.
- Calcio y Magnesio, que conjuntamente previenen la desmineralización y la excitabilidad neuromuscular, relajan y participan en la formación de colágeno y elastina.
- Lecitina con vitamina E que retarda el envejecimiento celular y favorece la formación de nuevos tejidos, es vasodilatador y antioxidante.
Además podemos tomar infusiones de cola de caballo y comprimidos de harpagofito y curcumina.
Para empezar ya tenemos un paquete que nos hará un muy positivo aporte. Complementos y ejercicio físico nos van a ayudar enormemente. Luego hablaremos de alimentación.
SOBRE LA HIPERTENSIÓN
La complementación de que hemos hablado anteriormente nos va a ser suficiente para empezar a disminuir la tensión arterial, también hará bien el ejercicio físico, pero vamos a ayudar un poco más.
Vamos a incorporar a nuestra dieta el ajo crudo, en la tostada del desayuno, en el aliño del tomate, en lo que se te ocurra, pero sin excusa. Luego te lavas los dientes o masticas menta fresca, prepárate una maceta. Además tomaremos al menos un limón al día, exprimido, añadiendo sólo agua, sin azúcar ni miel, ni edulcorante alguno. De verdad que no está malo, ni fuerte, todo es acostumbrarse.
Y finalmente olivo, en comprimidos o en infusión de sus hojas.
SOBRE LA DIABETES
Insisto, no dejes la medicación que estés tomando, tu médico ya se ocupará de reducirla cuando lo vea conveniente. Explícale lo que vas a comenzar a hacer, para que sepa que se va a realizar un trabajo conjunto con tu máxima implicación.
Empecemos. Si tienes el azúcar elevado en tu sangre o/y en tu orina, por algún sitio está entrando o entró en su día, formando hoy la grasa que seguramente te sobra. Está claro que hay que trabajar tu nivel de saciedad en las comidas, tu paladar y tus costumbres culinarias.
El azúcar viene disfrazado de pan blanco, bollería industrial, cereales de desayuno, mermeladas, mantequilla comercial, galletas y pasteles, chocolate, fritos envasados, pastas, arroz, patatas, leche, yogur, plátanos, uvas y cualquier producto rico en almidón, así que reduce su consumo, elimina los que no sean imprescindibles.
Si no sabes que comer visita el puesto de las verduras, compra aquellas que nunca te has llevado y experimenta en la cocina (Brócoli, zanahorias, berenjenas, kiwi, alfalfa, nueces, trigo sarraceno, ajo, algas, remolacha roja, aguacate), cocina con aceite de oliva virgen extra. Todo ello cocinando desde 0, o sea, ningún precocinado, ningún plato semielaborado. Frutas, verduras, nueces, especias como canela, clavo, ajo, pimienta negra, tomillo, cardo mariano, te van a ayudar enormenente.
Como no se exige ser vegetariano, aunque sea deseable, puedes tomar un poco de pescado, marisco, carne o queso y bebidas como Agua, té verde y negro y las infusiones que te gusten, ojo, sin azúcar. Recuerda que estamos reeducando el paladar.
Otros consejos que te servirán son hidratarte suficientemente y bien, ya sabes con qué, nada de bebidas carbonatadas, ninguna. Oxigénate, respira en profundidad, pero relajadamente y siempre que puedas se consciente de tu respiración. Cuando caminas busca la proximidad de un río o de coníferas. Nutre tu mente, lee contenidos enriquecedores y evita las influencias externas negativas. Relaciónate bien, con personas que aporten, que sean positivas, evita el chismorreo. Y descansa suficientemente y con regularidad. No te acuestes tarde y madruga lo posible.
Insisto, lo que sugiero aquí es sólo una orientación, cada caso es distinto, cada persona es distinta.
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